Se encuentra inmersa
en un laberinto,
recorre caminos,
callejuelas, pasadizos,
no encuentra escapatoria,
esta rodeada de altas murallas,
tejidas por arbustos,
muros que cortan los pasos,
avanza, retrocede,
busca en la maraña
de caminos sinuosos,
todo es una gran mentira,
fruto de la imaginación
en la que esta hundida,
en su cabeza todo es confusión,
no vislumbra con claridad
un camino para escapar,
Continúa la búsqueda,
es infructuosa, no la encuentra,
oye pasos…
su corazón se acelera,
el miedo le atenaza el alma y el cuerpo,
¿Quién es?
¿Quién puede estar allí?
el pánico inmoviliza sus músculos,
cierra los ojos con fuerza,
aguardando, esperando…
las lágrimas corren por su rostro,
los pasos se acercan…
ya no los oye, aguza los sentidos,
está segura de una presencia,
alguien está tras su cuerpo,
no se atreve a voltear,
siente el roce de un cuerpo,
el calor de unas manos en los hombros,
tiene un nudo en la garganta que le ahoga la voz,
¡Quiere gritar!
¡ No puede!
Esta paralizada…
Intenta en vano reconocer quien puede ser,
quién puede salvarle de este horror...
o dejarle hundida en el terror ¿?,
siente unos labios que rozan su cuello,
su cuerpo se tensa,
y le dan vuelta
para ver el rostro de la persona que esta a su lado,
más no se atreve a abrir los ojos,
hasta que al fin oye la voz y la reconoce,
solo en ese instante abre los ojos
y se aferra suplicante al hombre que ama,
rogándole que la saque de ese mundo
que la mantiene cercada,
que le ayude a salir del laberinto
que extingue su vida.
Texto: Alicia18
Imagen: Google
